Arte contemporáneo y la biósfera de Oaxaca

Felipe Morales

(1959 San Pedro Martir Ocotlán, Oax. México)

Ingresa a los catorce años al taller de Artes Plásticas Rufino Tamayo en Oaxaca para formar parte de la primera generación de artistas, cuando sólo hablaba su lengua madre, el zapoteco, y nada más dibujaba. Allí fue donde conoció a uno de los de los hombres más ilustres, Rufino Tamayo, quien seleccionó una de sus obras para la edición de un libro.

Desde temprana edad su obra fue seleccionada para una exhibición en el Museo de Arte Moderno de la ciudad de México. Posteriormente expone sus obras en la ciudad de Oaxaca, posteriormente lo hace en la República Mexicana y en el extranjero, países como Francia,

Canadá, Estados Unidos, Japón, entre otros, han conocido su obra.

Comenta Felipe de Jesús: “Nací en un pueblo pequeño, en Ocotlán, y ahí el único teatro, el único espacio que tenemos para reflexionar es la iglesia. Desde niño siempre he sido muy religioso y eso lo demuestro en mi pintura. Recientemente exhibí una serie de cuadros con temas religiosos y costumbristas que reflejan mis vivencias […] Mis figuras humanas tienden a ser alargadas, lo hago inconscientemente, así me salen. La mano, el pulso, me van guiando, es una manera de estilizarlas y darles un contenido espiritual”.